El coaching está basado en procesos de desarrollo humano. Trabaja con las personas independientemente de sus creencias religiosas o filosofías personales. Se basa en dos elementos motivadores de las personas: la autosuperación y la auto realización.
El coaching de vida es el arte de facilitar el desarrollo potencial de las personas para alcanzar objetivos coherentes y cambios en profundidad. En este proceso, el Coach ayuda a las personas a esclarecer sus metas, ya sean personales o laborales, y a ponerse en camino para alcanzarlas.
La relación Coach-Cliente (coachee) se establece en un marco íntegro de confianza en el otro. El Coach pone su atención en el desarrollo de habilidades que mejoren las distintas áreas de la persona, sea en su vida sentimental, su estado físico o la obtención de metas profesionales. En ciertos momentos, ayuda a que el coachee sea consciente de sus puntos de mejora para luego estar en mejor posición frente a la consecución de sus objetivos. El Coach apoya a las personas a utilizar todo su potencial para alcanzar sus metas.